Nuestra Politica Vecinal.

1- Desde las casas y departamentos a un simple barril.
En la vecindad, todos somos iguales, nadie es “mejor ni peor”.

2- El Ñoño no es gordo, es macizo. Quiko no es llorón, es sensible. La Chilindrina no es escandalosa, es expresiva. Don Ramón no es enojón, es “no tan alegre”. La vecindad es como una familia, por lo que el respeto es un factor esencial para el buen funcionamiento de ésta. Se debe apoyar y trabajar como equipo.

3- Dale la cucharada de azúcar al vecino cuando el la necesite, pues el hará lo mismo cuando tu la necesites.
Hay que apoyar e intentar ayudar a cada vecino cuando lo necesite. Eso no significa aprovecharse del vecino y llevarse el azucarero entero.

4- La ropa sucia se lava en casa.
Los problemas se resuelven dentro de la vecindad. Evitar comentarios, copuchas y/o pelambres que puedan afectar a los personajes de la junta vecinal.

5- El cartero que no entrega la carta, el profesor que no hace la clase, el niño que no juega en su rato libre, el barrendero que no saca el polvo del pavimento. Cada persona de la vecindad tiene tareas y obligaciones de las que se hace cargo. El no cumplimiento de dichas responsabilidades, afecta el funcionamiento cotidiano de la vecindad en su totalidad.

6- Es que el trabajo… Es que el cumpleaños de… Es que tengo hora al…
Cada vecino tiene labores e intereses fuera de la vecindad, por lo que las posibles ausencias a las juntas vecinales, asados, paseos el barrio, etc, serán respetadas mientras sean avisadas con anticipación y el ausente lleve ideas a la próxima junta, carne al próximo asado o un volantín al próximo paseo., además de cumplir con sus respectivas tareas diarias.

7- Los cachirulos de Doña Florinda, el bigote del Sr. Jirafales y el terno del Sr. Barriga, deben estar listos un día antes de cada proyecto vecinal
Antes de cada proyecto vecinal, todos los preparativos de la vecindad deben estar listos al menos un día antes, cosa de dejar ese día para ver los detalles y que salga todo bien. Pegarle la suela del zapato al Chavo, plancharle el traje de marinero al Quiko, tener listas las tortas de jamón de la Bruja del 71 son detalles que no se pueden dejar para última hora.